Disculpen si no les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien (Groucho)
En definitiva, esa institución que clama a Dios cuando se habla, por ejemplo, sobre el aborto o el matrimonio gay, hizo mutis por el foro cuando se veía salpicado en casos propios sobre abusos a menores. Y lo peor es que, aún hoy, la Iglesia oficial ha contestado sin contestar, escudándose en un presunto ataque a la "libertad religiosa".
Ante esta falta de humildad institucional, alguno dirá "¡Que podemos esperar de esta panda de hipócritas con hábitos!". Y aunque el nuevo Papa parece abrir nueva esperanza, yo afirmo que de estos señores de negro "Sólo podemos esperar lo de siempre, la aplicación del más nefasto y egoísta criterio moral".
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