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“Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros” (Groucho) / Web que honra a un cómico fabuloso, el cual me enseñó a mirar la vida de un modo menos serio (valen2)

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viernes, 3 de abril de 2020

HE AQUÍ EL DILEMA

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Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa (Groucho)




Tras un tiempo, la gente que escribe, o al menos lo intenta, quiere ver su creación plasmada y expuesta a los lectores a cualquier precio. A mí, he de reconocerlo, me pasó en mis inicios, cuando era un iluso, hace tiempo.

Había escrito en privado, por placer, pero nunca daba el paso, salvo excepciones juveniles en clubs de lectura o en revistas docentes después. Mi madre siempre me ha motivado a hacerlo. ¡Amor de madre!, pensaba yo. 
Lo cierto es que, allá por 2001, coincidiendo con el inicio de la trágica enfermedad de mi esposa, comencé a escribir como alimento contra la soledad del alma, de una forma más asidua y dándole la importancia que se merecía.

Desde aquel año he logrado diversos premios en concursos literarios y he publicado en distintos medios. Desde entonces, colegas y gente que me han leído le dan la razón a mi madre. Antes tenía la urgencia profesional y familiar, pero ahora, jubilado, pienso distinto, siendo un proyecto que empieza a gestarse en mi mente muy seriamente.

Bueno, volviendo al asunto, la verdad es que un@ se plantea publicar (con mayúsculas) y cree que, siendo caro hacerlo particularmente, lo mejor es participar en concursos que lo faciliten. Y eso, señoras y señores, se llama “ego literario”, nunca egocentrismo. Pero surgen dos dilemas: ¿Dónde encontrar esa oportunidad? ¿A quién presentar esos textos?

Y la solución, como no, está en internet. Así pues, tras consultar Google, se abre un abanico de posibilidades. Aunque, tras navegar en este mundo un tiempo, daré un simple consejo: Si eres novel y escribes regular, si necesitas que alguien te dé palmaditas en la espalda sabiendo que es él quien se beneficia realmente, si tu ego literario te puede, tienes franco el camino.

Citaré simplemente varias direcciones que se dedican a adular ese ego personal, ya que seleccionan a “todo dios” para una antología impresa que no es gratis (calcula precio del libro x 600 seleccionados): diversidadliteraria, letrascomoespada, mundoescritura o las extintas edicionesdeletras, ojosverdesediciones o centropoetico.
Y ante la duda, solo hay que buscar en los foros o blogs adecuados. O en mi caso, confesar que tengo dos cartas de esta última alabando mis poemas y queriendo endosarme su antología (que nunca quise ni compré).

Esa es la realidad. Y he aquí el dilema nuevo tras conocer esta verdad: ¿participar o no en esos concursos bondadosos y zalameros?
Bien, si un@ es conformista y conoce sus limitaciones, puede seguir publicando cosas en las redes sociales y enorgullecerse de aparecer en tan largas listas de finalistas. Los fans asentirán y aplaudirán, y se habrá logrado el éxito. ¡Perfecto!

Claro que para aquellos 'escritores' inconformistas existen empresas mayores, con un jurado  especializado. En este caso, se deben pulir los argumentos, mejorar el léxico, revisar la gramática, buscar un estilo propio, etc. Y este camino no está hecho para todo el mundo. ¡Allá cada cual!
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5 comentarios:

valen2 dijo...

Decía Víctor Hugo: "Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien". Hasta que la imprudencia les demuestra lo contrario, añadiría yo.

valen2 dijo...

Otra alegría: hoy martes me comunica la web literaria "escritores.org" que ha publicado la versión light de este mismo artículo en https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/recursos-1/colaboraciones/29757-he-aqui-el-dilema

cronopio77 dijo...

Hola.

Soy una víctima de Diversidad Literaria y Mundo Escritura. Logré escapar a tiempo (nunca compré los ejemplares de las ediciones que gané y me invitaron a formar parte de una antología la cual rehusé). Pero creo que, al mismo tiempo, hay muchos concursos deshonestos. Le explico: cuando uno no resulta ganador de un certamen literario, lo menos que se puede esperar es que la obra ganadora resulte motivadora, claramente superior al resto, impecable. No me molesta tanto no resultar ganador como que la obra ganadora sea de tal mediocridad que me lleve a cuestionarme si realmente valgo para esto. No estoy hablando de cuestiones subjetivas, sino de evidentes faltas de ortografía, de estilo, de riqueza del lenguaje, e incluso.... de un buen argumento. Es triste y desolador hasta tal punto que mne ha hecho renunciar a todos mis anhelos de convertirme en escritor. ¿A usted le pasa igual?

valen2 dijo...

Todo escritor pasa alguna vez por esa etapa dubitativa que mencionas. Yo también he tenido y me sigo haciendo esas mismas preguntas. Pero creo que si deseas debatir o consultar mejor este tema u otros puedes encontrarme en facebook: Valen G-Valledor (valendos). Salu2

Pepe Gayeta dijo...

tambièn hablaba VH de " que hay almas que tienen dientes".
Escribir puede ser una pasiòn y ai su nobleza. No debemos permitir que se bastardee. La tarea que hacen quienes desenmascaran los fraudes de los inescrupulosos es de gran valor.